Yo, bien lo sabe el cielo, no soy fácilmente impresionable, pero cuando algo lo hace, me impresiona muchísimo y muchas cosas relacionadas con la belleza, me pueden dejar con la boca abierta. Esta portada del VOGUE UK de julio, de Helena Bonham Carter, fotografiada por Mert Alas y Marcus Piggott tardaré en olvidarla. Es pura belleza. Esta fotografía, podría ser el equivalente contemporáneo, en cuanto a efecto y resultado, a un retrato del renacimiento de de una cortesana. Estas cosas son las que hacen que revistas como VOGUE me parezcan tan valiosas. La combinación del trabajo de diferentes personas, creando imágenes cuyo resultado embellecen este mundo, en muchos aspectos, gris, sórdido, feo y cutre. Y yo, insisto, no soy fácilmente impresionable.
Helena Bonham Carter, me gusta tanto, como me pueden llegar a entusiasmar las geniales actrices británicas. Desde que la descubrí junto a Cary Elwes, en "Lady Jane", no ha dejado nunca de impresionarme, en cada una de sus siempre magníficas interpretaciones.
Me gusta, aunque se peine como si acabara de follar (Perdón a los finolis, pero fornicar o copular, me parece que suena más obsceno) con un camionero en la cabina de su camión. ¿O no? ¿O será que yo tengo una imaginación muy sucia?
Y estoy desando verla junto a Dominic West (otro digno de mención), interpretando a Elizabeth Taylor y Richard Burton.